Los siete cuerpos dimensionales
El hombre debe comprender que no
solo posee un cuerpo físico, sino que dentro de él existe un algo divino y
eterno que se manifiesta a través de sus cinco sentidos, de sus emociones y sus
razonamientos. Cada uno de nosotros es un conjunto de cuerpos o vehículos de
manifestación acoplados en un todo armónico. El ser humano para poder
manifestarse en el mundo, está dotado de siete cuerpos dimensionales. Todos
ellos son necesarios para que el ser pueda encarnar o tomar cuerpo en el plano
físico. Cada uno, está formado de la substancia del plano en el cual se
manifiesta; es por ello que solo el cuerpo físico es visible a nuestros ojos
materiales. Estos siete cuerpos se subdividen en cuatro inferiores y tres
superiores, que funcionan en el plano espiritual. Los cuatro cuerpos inferiores
son: El cuerpo físico El cuerpo eterico El cuerpo mental Y el cuerpo emocional
Empecemos por el cuerpo físico; Es también llamado “yo inferior”, funciona en
la tercera dimensión, en el plano material denso; es el punto de anclaje del
hijo de DIOS, el hombre la materia física; por medio de el ejecutamos nuestros
actos físicos y nos movemos durante cada existencia en el plano material. Este cuerpo
es que lleva la peor parte de la vida, ya que es a través de él como se
manifiesta todo lo existente en lo seis cuerpos no visibles a nuestros ojos
físicos. Por su conducto sentimos alegría, sufrimientos materiales etc. Está
destinado a convertirse en el templo donde mora la chispa divina y por la cual
se dice: Que el hombre esta creado a imagen y semejanza del Padre. El cuerpo
físico está conformado por el elemento tierra; está representado por el dedo
anular; está relacionado con el sentido del olfato; y su color es el amarillo;
su polaridad es positiva en el hombre y negativa en la mujer. Seguimos con el
segundo cuerpo, el cuerpo eterico, Funciona en cuarta dimensión rodeando
nuestro cuerpo físico y es la contraparte y figura verdadera de la forma humana
tangible, pero compuesto de una material mucho más sutil. Su función principal
es la de archivar ordenadamente todos nuestros recuerdos y hechos, desde
nuestro nacimiento hasta nuestra desencarnacion. Contiene también las vivencias
de las miles de encarnaciones que hemos vivido. Es también el medio para la
trasmisión de energía y vigor a todas las partes de la forma humana, determina
nuestra forma y es el intermediario entre los mundos internos y externos del
hombre. La ciencia humana le da el nombre de subconsciente. El cuerpo eterico
esta conformado por el elemento fuego. Está representado por el dedo corazón,
se encuentra relacionado con el sentido de la vista, con el estado energético
de la materia y con el color rojo, su polaridad es negativa en el hombre y
positiva en la mujer. El tercer cuerpo es el cuerpo mental, También conocido
como cuerpo pensante o cuerpo mental inferior. Funciona en cuarta dimensión y
está ligado a nuestro cuerpo físico y etérico. Su función es hacernos pensar y
contiene todos los conocimientos, opiniones y conceptos extraídos de toda
fuente de información. Nunca se cansa, por ello siempre estamos pensando, pero
debemos aprender a controlarlo para que cumpla con su verdadera misión: la de
ser un deposito de ciertas verdades que pueda necesitar la chispa divina para
expandir el conocimiento de la verdad en el mundo de la forma. Se diferencia en
su manera de archivar todas nuestras experiencias y las ajenas, mientras el
eterico solo almacena experiencias personales. Se encuentra envolviendo nuestro
cuerpo eterico. El cuerpo mental está conformado por el elemento aire, Está
representado por el dedo meñique, está relacionado con el sentido del tacto,
con el estado gaseoso de la materia y con el color azul, su polaridad es negativa
en el hombre y positiva en la mujer. Este cuerpo ha sido mal utilizado por el
hombre a lo largo de sus experiencias en el mundo de las formas, por su
intermedio el hombre ha generado una serie de formas de pensamientos de baja
vibración, de duda, de celos y de condenación hacia si mismo y hacia los demás.
El cuarto cuerpo es el cuerpo emocional, Es el más expandido de todos los
cuatro, funciona en cuarta dimensión, su función es irradiar e intensificar las
virtudes de DIOS. Allí están contenidas la paz, el perdón, la misericordia, la
alegría, el servicio y todo aquello que produce bienestar, armonía y felicidad
en cada ser. El cuerpo emocional está conformado por el elemento agua, está
representado por el dedo índice, a su vez esta en relación con el sentido del
gusto, con el estado liquido de la materia y con el color blanco, su polaridad
es positiva en el hombre y negativa en la mujer. Este cuerpo ha sido mal
utilizado al igual que el cuerpo mental, se ha convertido en un campo de deseos
inferiores, tales como: el deseo de dominio, el poder político y económico.
Igualmente encontramos en el, los sentimientos de autofrustración, el rencor,
el odio, la angustia, entre otros. Por ello, debemos aprender a controlar
nuestras emociones, para que este cuerpo pueda cumplir con su verdadera misión
de irradiar la naturaleza del creador. El conjunto formado por nuestros cuerpos
etérico, mental y emocional conforman lo que se denomina el ELLO. Debemos hacer
un buen uso de nuestros cuerpos inferiores ya que son ellos lo que nos permiten
evolucionar. Será de gran ayuda vigilar nuestra dieta, el consumo abundante de
agua, la práctica de ejercicios físicos, mentales y espirituales y la constante
vigilancia de nuestros pensamientos y emociones. Recordemos que debemos limpiar
nuestros cuerpos inferiores de toda impureza, debemos trabajar con ellos con
los tratamientos de la llama violeta y blanca; cubrirnos con un cilindro de
llama violeta que encierre todo nuestro cuerpo físico y el cual, al igual que
la luz blanca desvían todas las impurezas y peligros dirigidos contra nosotros
y ayudan en nuestra limpieza kármica. Debido a la polaridad positiva y negativa
entre el hombre y la mujer, se presentan ciertas diferencias en cuanto a sus
organización interna. El hombre con un cuerpo físico positivo, posee una gran
capacidad de trabajo material y la lucha por la supervivencia de este mundo.
Por otro lado, la mujer con un cuerpo físico negativo, no desarrolla fortaleza
física como el hombre, ya que su estructura orgánica y física es más delicada y
más refinada. En cuanto al cuerpo etérico cuyas facultades son las de
crecimiento, propagación, asimilación, percepción y memoria, su expresión
positiva en la mujer es la responsable de las siguientes diferencias: La mujer
madura antes que el hombre, pues mientras ella de los siete a los catorce años
va mostrando progresivamente los rasgos de la feminidad, el hombre solo al
llegar a la pubertad, alrededor de los catorce o los quince años empieza a
mostrar los rasgos varoniles que le son propios. La mujer en su cuerpo etérico
absorbe una mayor cantidad de energía vital que se manifiesta en un exceso de
sangre. Esto hace que la mujer trabaje bajo una presión interna mayor que la
del hombre, esta presión se amortigua con el flujo periódico menstrual. Por
ello, al llegar a la menopausia y no poder eliminarse ese exceso de energía, el
cuerpo físico empieza a engrosarse y a producir molestias orgánicas. En esta
etapa de su vida la mujer debe transformar y purificar la energía vital
enfocándola en las artes manuales, en caminatas y pensamientos positivos, de
esta forma sus emociones no la llevaran a estados de tristeza y melancolía. La
mujer tiene una mayor resistencia a la enfermedad y al dolor que el hombre y su
capacidad de recuperación es mayor y más rápida. La mujer tiene la polaridad
negativa, dándole la característica de expresar deseos intensos y profundos. El
hombre puede tener y tiene emociones a veces tan fuertes como las de la mujer,
pero generalmente puede suprimirlas fácilmente por tener su cuerpo emocional
positivo. El hombre juega un papel muy importante en la estabilidad emocional
de la mujer, ya que al estar polarizado positivamente podrá brindarle una mayor
estabilidad emocional al compartir con ella, tanto sus momentos de alegría como
aquellos en que se deja abatir. Cuando la mujer está rodeada de las mejores
emociones engendrará hijos sanos y equilibrados. A su vez el cuerpo mental de
la mujer tiene polaridad positiva, mientras que el hombre la tiene negativa,
por ello la mujer manifiesta ideas generales, abstractas y una imaginación
bastante fértil. Al hombre le corresponde por lo tanto colaborarle en la
concretización de las ideas expresadas por ella, dada la polaridad negativa del
vehículo mental masculino. El conocimiento de la polaridad desde los cuerpos
inferiores, tanto del hombre como de la mujer, nos da un concepto real de las
funciones de la mujer y del hombre, que nos llevará a trabajar en colaboración
mutua y en perfecta armonía, para de esta manera lograr elevar a la humanidad
un poco más en la gran espiral de evolución. Nuestros cuerpos superiores
funcionan en quinta y séptima dimensiones, en el plano espiritual y forman la
parte nuestra, mediante la cual podremos alcanzar y realizar nuestro trabajo
espiritual, llevando a cabo el ritmo constante y con gran desapego, pero sin
descuidar nuestra parte material, esto nos dará la completa libertad que nos
llevará a la vida eterna los planos divinos. Estos cuerpos son el santo ser
cristico o conciencia cristica; el cuerpo causal superior y la presencia YO SOY
o partícula divina de Dios individualizado en el hombre. El santo ser crístico
Todo ser humano en su evolución contiene el Cristo interior radicado en su
corazón, aunque su vibración es menor que la de la presencia YO SOY, ambos son
uno, en acción conjunta. Su característica es de naturaleza sentimental y es
nuestro guardián silencioso, el hijo único de Dios engendrado. Cuando se le
permite libertad de acción actuará como un director divino en todos los asuntos
materiales. Se enfoca a través de la victoriosa e inmortal llama triple, la
cual es la vestimenta de nuestro ser cristico en el corazón del ser físico.
Actúa como transformador de todo el bien y proyectado desde el yo superior,
rebajando sus vibraciones para que ser físico pueda percibirlo, igualmente
actúa como mediador entre la conciencia exterior del hombre y su ser superior.
El cuerpo causal De él podremos decir que es como nuestra aura superior, se
encuentra rodeando la cabeza de nuestro ser superior y está compuesto de siete
bandas circulares de colores vibrantes, vivientes, inteligentes, hechas energía
y virtudes divinas; estas bandas están en relación con la esferas de conciencia
divina. Nuestro cuerpo causal varia de tamaño y calidad de acuerdo a la
cantidad de energía calificada constructivamente por nosotros a través de las
edades, ya que su trabajo es especialmente el de recoger todas las cosas
positivas y buenas que hemos hecho en cada existencia y retenerlas hasta que
nuestro mundo físico y nuestros vehículos inferiores están lo suficientemente
armoniosos para poder recibir el beneficio de este depósito del bien. Por ello
es que él es el encargado de suministrarnos todo lo que pidamos en gracia de
Dios y de lo cual seamos merecedores. La presencia YO SOY También llamada
nuestra presencia divina o cuerpo electrónico es el ser perfecto en nosotros;
está siempre con nosotros. Sólo conoce la perfección y continuamente la irradia
hacia mundo de las formas; está rodeado de una aura purísima de luz blanca. En
la frente tiene una llama de color amarillo que representa la sabiduría, en la
garganta una llama azul que representa el poder y la voluntad, y en el corazón
la llama es rosa y representa el amor divino o cohesión universal. De la cabeza
salen doce rayos de luz blanca, diez de estos rayos se proyectan en forma de
rueda circular para circular y expandir el puro amor divino, para responder
nuestras peticiones y comunicarse con otros seres o chispas divinas. De los dos
rayos restantes, el rayo central superior sube comunicarse con EL TODO o padre
creador y el último de estos doce rayos parte hacia abajo y viene siendo una
prolongación del rayo superior que une Al Todo con nuestro ser físico. Pasa
este rayo a través de nuestro ser cristico y entre nosotros por nuestro chakra
coronario, este rayo es mencionado como el cordón de plata en muchos escritos
esotéricos. Cuando logremos unificar los siete cuerpos en un todo armónico de
una sola vibración, el hombre común habrá logrado posesión en la luz y se
convertía en un poder resucitador de cada reino y llegará a formar
verdaderamente parte de la deidad. Vale la pena aclarar algunos aspectos
relacionados con los siete cuerpos: la llama trina, está representada por tres
llamas, cada una de diferente color: azul a la izquierda de nuestro corazón y
representa el poder y la voluntad de Dios en todas las cosas, la llama dorada
al centro y representa la sabiduría divina y la llama Rosa a la derecha
representa el amor divino. El anclaje de nuestro ser cristico en el corazón
físico se representa generalmente por éstas tres llamas conocidas también como
la santa llama cristica, a la cual se refirió Jesús como el cuerpo interno. El
cuerpo astral Está compuesto fundamentalmente por nuestros cuerpos etérico,
mental y emocional, se conoce también como el alma, el ello, periespiritu o
como el mal llamado muerto, cuyo nombre correcto es entidad, ya que la muerte
no existe. Lo que existe es un constante peregrinar hasta lograr romper le
rueda de la reencarnación. Cuando el ser humano desencarna, el ELLO continúa
viviendo, pero en el plano astral en cuarta dimensión, donde nuestro sentidos
materiales no lo pueden captar por ser muy limitados y pertenecer a la tercera
dimensión. Sin embargo hay seres que tienen desarrollados algunos de sus sentidos
y pueden ver y escuchar a estas entidades cuando se les acercan para
exteriorizar algún sentimiento pendiente. El cordón de plata Este cordón tiene
la función de intercomunicar todos los seis cuerpos restantes con nuestro
corazón, atravesándolos de arriba hacia abajo en nuestro cuerpo físico. Este
cordón planteado es de pura energía divina, ya que su procedencia es el mismo
centro del YO SOY. Tiene la apariencia de un cordón brillante de materia
etérica, de la misma materia de las ondas hertzianas y del rayo láser ya
conocidos por el hombre, pero mucho más sutil. Este cordón planteado es
elástico y funciona también cuando la persona duerme y se van en cuerpo astral
a otros lugares de la tierra, o de planos de la cuarta y quinta dimensiones.
Cuando el ser desencarna este cordón se rompe y deja de fluir la energía del
cuerpo físico del hombre. El aura El cuerpo del hombre está rodeado por una
radiación de tamaño variable, que se van desde unos pocos centímetros hasta el
diámetro de nuestros brazos extendidos. Esta radiación es lo que conocemos como
el aura humana.
Artículo publicado originalmente
en: http://cienciacosmica.net/los-siete-cuerpos-dimensionales/